A pesar de volar, al principio un poco inseguro, y tener que soplar para mover su flequillo (como el águila mueve sus plumas), Colás supo surcar el cielo para enseñarnos desde arriba todo lo que sabía del águila... y llegó a posarse en el suelo para atraparnos y dejarnos a todos asombrados con esa historia que contó sobre la "Patrulla Águila" que vio un día desde la piscina de Murcia. Hay historias que, por algún motivo, se hacen inolvidables. Nosotros, ahora, tampoco las olvidaremos.
1 comentario:
Los padres con el paso del tiempo vamos guardando en nuestra memoria recuerdos inolvidables de las vidas de nuestros hijos. Momentos únicos que poseemos como tesoros.El momento que he vivido hoy ya forma parte de mi "pequeño" gran tesoro.
Gracias.
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